En la última década ha surgido un creciente movimiento de gente que prefiere vivir en una van y optó por dejar su cubículo para salir a la carretera, viviendo en su vehículo y documentando sus travesías viajando por el mundo. Se ha convertido en un estilo de vida, una estética en línea y una profesión, y Kristen Bor y Linda Romero han decidido adoptarla.
Cuando se conocieron, Bor y Romero estaban estudiando para obtener sus títulos de maestría en Ciencias Ambientales y Administración en University of California en Santa Bárbara. Las ahora blogueras de tiempo completo siguieron caminos separados después de la graduación. Bor trabajó en políticas ambientales en Washington, D.C. y Romero en una organización sin fines de lucro dedicada a energías sostenibles en San Diego. Después de unos años, ambas se dieron cuenta que querían más aventuras que las que ofrecían sus empleos actuales.
«Quería conocer el mundo», dice Bor. «Para mí no era suficiente volar a otro país para sentarme durante unos días en una sala de conferencias. Quería que viajar forme parte de [todos los aspectos de] mi vida de una manera más significativa que lo que habría sido posible en un entorno corporativo tradicional».
Bor (I) y Romero (D) posan juntas en un festival de gente que vive en vans. Bor viajó sola por Nueva Zelanda en su van en 2014. Crédito de la foto: Kristen Bor y Bearfoot Theory.
Después de un año de planificación, Bor creó un blog de viajes, reservó un boleto a Nueva Zelanda y renunció a su trabajo de escritorio. Dedicó los siguientes cuatro meses a viajar por la isla en una van convertida y documentar su aventura en línea.
«La vida en la van me permitió conocer el país de una manera que no podría haber sido posible de otra manera», dijo Bor. «Pude pasar todo el tiempo que quise en cada lugar, sin preocuparme por pagar un hotel o tomar un tren. Fue libertad total». Después de su viaje, Bor comenzó a vivir en su van a tiempo completo.
Bor viajó sola por Nueva Zelanda en su van en 2014. Crédito de la foto: Kristen Bor y Bearfoot Theory.
Mientras tanto, Romero hacía su propio camino de vida en una van. La chica originaria de California siempre quiso viajar por carrera por América, y en 2012 decidió convertir su sueño en realidad. Ella y su compañera arreglaron una Volkswagen Vanagon West del 1986 le pusieron un motor nuevo, instalaron un panel solar y diseñaron el interior con las comodidades de una casa, incluido un refrigerador, luces, ventilador y una cama.
«Nos dimos cuenta que vivir en una van no era una idea tan poco realista», explica Romero. «Ahorramos, planificamos, renunciamos a nuestros empleos y lo hicimos posible».
Pasaron 15 meses en la Vanagon, viajando por California, México, América Central, cruzaron el Canal de Panamá para llegar hasta América del Sur, al sur de Argentina, y luego regresaron. «Después de eso supe que quería la libertad de viajar [en cualquier momento]», dice Romero.
Romero y su compañera convirtieron su Volkswagen Vanagon Westfalia antes de partir en 2012. Crédito de la foto: Linda Romero y Bearfoot Theory.
Se reconectó con Bor después de sus viajes y comenzaron a trabajar juntas en el sitio web de Bor. «La capacidad de trabajar de manera remota me ha abierto muchas puertas y me ha permitido viajar, no una o dos veces al año, sino como parte de mi vida», dice Romero.
El objetivo de Bor es hacer que viajar sea más accesibles para la persona promedio. «Quiero mostrarle a la gente que con la planificación adecuada, este estilo de vida puede ser apto para cualquiera», dice Bor. Agregó que siente una pasión especial por ofrecer recursos para mujeres que están interesadas en vivir en una van.
«Me di cuenta cuando iba pasando por el Gran Cañón cerca del atardecer. Quería detenerme y acampar allí, pero estaba oscureciendo y no me sentía segura acampando sola [así que] seguí conduciendo», dice Bor. «Con una van, se puede tener más seguridad. Uno tiene todo lo que necesita para subsistir en un mismo espacio. Ahora puedo hacer esos desvíos y sé que estoy bien». Ahora, usa su experiencia para ayudar a guiar a otros viajeros para que disfruten de la naturaleza en su totalidad.
Romero conoció a otras personas que viven en vans y entusiastas de Volkswagen en el camino. Crédito de la foto: Linda Romero y Bearfoot Theory.
Bor se sintió inspirada a dar el paso por otras mujeres que también viajan solas. «Cuando uno vive en una van, es completamente autosuficiente. No se necesita depender de nadie ni estar atado a los horarios de los demás. Creo que las comunidades en línea como la nuestra pueden empoderar a las mujeres a disfrutar de la naturaleza y darles las herramientas indicadas para que lo logren».
Para Romero, esta comunidad solidaria ha sido uno de los aspectos más divertidos de vivir en una van.
«Nos hemos encontrados con muchos amantes de Volkswagen en nuestro viaje», señaló. «La marca es tan reconocida que la gente tocaba bocina y nos alentaba cuando pasaba nuestra Vanagon, incluso en áreas muy remotas. Nos encontrábamos en el camino e intercambiábamos historias sobre nuestras vidas, nuestro viajes y cómo hemos vivido en nuestros Volkswagens».
La Vanagon convertida viajó ida y vuelta desde California hasta Argentina. Crédito de la foto: Linda Romero y Bearfoot Theory.
La decisión de adoptar una vida en una van también conecta a Bor y Romero con su pasión por el ambientalismo.
«Tienes un espacio limitado, por lo que debes vivir una vida muy minimalista», dice Romero. «Tu consumo baja mucho, y usas menos agua y electricidad. No tengo una casa enorme que mantener calefaccionada o refrigerada».
Bor agregó que el estilo de vida en sí mismo la conecta su preocupación por la ecología. «Vivo en mi van para poder tener acceso a la naturaleza con mayor facilidad. Pasar tiempo en espacios abiertos profundiza tu conexión con la naturaleza y le da un nuevo significado que incluso con mi trabajo, antes no tenía», dice Bor.
«Es mi hogar, pero también es como puedo vivir una vida llena de aventuras».