Romeo Ferraris
Retocar una obra maestra como el 599 GTO es una tarea no solo complicada, sino tremendamente peligrosa.
Pero los chicos de Romeo Ferraris no tienen miedo a nada ni nadie, y para demostrar que no se amilanan ni ante los deportivos de mayor alcurnia, han metido mano al coche de Ferrari como si fuera otro de sus famosos Fiat 500.
¿La idea del preparador? Dejar la estética básicamente indemne (un acierto por su parte) y limitarse a ofrecer dos kits de potenciación, uno de 10 caballos, y otro de 40, que lleva el coche hasta los 710. De esta manera, los propietarios de un GTO podrán mantenerse cerca del nuevo F12berlinetta con su coche (mucho más caro).
A nivel de carrocería, Romeo Ferraris ofrece nuevas piezas en fibra de carbono para tratar de aligerar el coche un poco más, pero a simple golpe de ojo apenas notamos diferencia alguna. Y recalco: eso es una buena idea.