La planta británica de Solihull de Land Rover ha fabricado la última unidad de la actual generación del Defender, una efeméride que ha coincido hoy con el 68 cumpleaños de la marca.
Para celebrarlo ha reunido en la fábrica a 700 empleados, actuales e «históricos», que han participado en la producción de los modelos Series o Defender de Land Rover desde 1948.
En esos 68 años han salido de Solihull más de dos millones de vehículos de las Series Land Rover y Defender.
Lo que empezó siendo un boceto en la arena se ha convertido en uno de los 4×4 más emblemáticos del mundo, considerado como uno de los vehículos más versátiles del mercado, capaz de llevar a sus ocupantes a lugares donde otros no pueden llegar, según Land Rover.
En esa historia de éxitos, el último hito fue a finales del pasado año, cuando se subastó para causas benéficas la unidad 2 millones del Defender, por la que se pagó la cifra récord de 400.000 libras (523.807 euros).
Este precio contrasta con el que tenía en 1948, cuando se puso a la venta el primer Land Rover Defender por 450 libras (unos 590 euros) en el Salón del Automóvil de Ámsterdam (Holanda).
En 1948 la Serie I entró en plena producción en Solihull. Era la época de la postguerra en Reino Unido y el acero escaseaba, aunque el país contaba con una capacidad productiva inmensa.
La inspiración llegó gracias a Spencer y Maurice Wilks, dos hermanos que ayudaron a que Rover Company volviera a ser rentable en los años 30. Estos pioneros concibieron el Land Rover como un vehículo de uso principalmente agrícola, precisa la marca británica.
Después de varios cambios, en 1958 la Serie II trajo un nuevo diseño y actualizaciones como un avanzado motor diésel que se utilizó hasta mediados de los 80.
En 1966 las ventas ya habían alcanzado el medio millón, mientras que la producción anual llegó a su punto álgido en 1971 con 56.000 unidades. En la década de los 70, la Serie III siguió vendiéndose tan bien como su predecesor.
A partir de 1990, el vehículo tomó el nombre de Defender. Para entonces, en la cartera de Land Rover se incluían el Range Rover y el Discovery, que acababan de salir al mercado. Un nombre nuevo era lo más indicado, ya que antes sólo se hacía referencia a su distancia entre ejes y al número de la serie.
Parte del atractivo de Land Rover residía en que era posible crear versiones infinitas a partir de la plataforma base, incluidos modelos tan diferentes como el camión de bomberos Forward Control, las grúas o un vehículo anfibio capaz de flotar en el agua.
Durante sus 68 años de historia, todo tipo de personas lo han conducido, desde granjeros y exploradores, hasta la realeza. EFE