Manos libres
Utilizar algún dispositivo «manos libres», para hablar por teléfono, o enviar mensajes de texto o correos electrónicos mientras se está manejando, no es seguro.
Sin embargo, muchos conductores piensan que esta opción es posible de ser utilizada sin poner en rigor subidas olas de otras personas.
Ahora esta intuición acaba de ser comprobada por medio de diversas pruebas científicas hechas en un simulador de manejo por el Profesor David Strayer, investigador de la universidad de Utah, en EE.UU.
Según este experto, «nuestras investigaciones demuestran que usar el «manos libres» no significa que se esté exento de riego».
Y agregó que: «esta nuevas tecnologías basadas en el reconocimiento de la voz, también pueden superar y sobrecargar la atención del conductor e impedirle manejar en forma segura».
Strayer agregó el hecho concreto de que no debemos asumir que, si nuestros ojos estaban fijos en el camino, y las manos en el volante estamos plenamente atentos. En concreto, el prestar atención al equipo «sin manos» y a la tarea que este nos permite hacer, distrae la atención del conductor y genera un riesgo importante.
En sus estudios de Profesor comprobó que sea la tarea mental y las distracciones se incrementan, los tiempo de reacción se vuelven más lentos y se pasan por alto diversas alertas visuales, llegando a hechos concretos peligrosos tales como «no percibir» cosas evidentes tales como signos viales de Stop o, incluso, un peatón acercándose a la zona de riesgo delante del automóvil.
Por otra parte también lograron catalogar el tipo de riesgo y distracciones, según el estímulo recibido por el conductor.
Así, escuchar la radio del automóvil es un riego de categoría uno, que significa que el riesgo es mínimo y el nivel de distracción casi imperceptible.
Hablar a través de un teléfono celular, sea con el dispositivo en la mano o a través del manos libres genera un riego del tipo dos, moderado.
Finalmente, atender una conversación o responder un correo electrónico, o un SMS, dictándole las palabras al dispositivo incrementar la carga mental y las distracciones a un nivel tres, denominado de «riego extensivo».