Dos de cada tres compradores anteponen la pasión y la seguridad al precio a la hora de comprar un vehículo usado, según un estudio de la plataforma AutoScout24.
La fuente destaca que hay un fuerte componente emocional en esos conductores que se definen como «fans» y que buscan satisfacer sus deseos, mientras que lo racional se impone en los «antirriesgo», aquellos que buscan seguridad y que no quieren que el coche que compren les pueda dar problemas.
El comprador «antirriesgo» relativiza más el precio, es un cliente cauteloso y busca asesoramiento en el canal profesional, destaca el informe de AutoScout24.
El comprador «fan» es un entusiasta de los coches, conoce todas las novedades del mercado y busca un vehículo que satisfaga sus deseos.
Además, prácticamente uno de cada tres compradores se podría etiquetar como «buscador de gangas». EFE