Audi A1 quattro

Los de Ingolstadt quieren enseñarle a todo el mundo, de paso también a los chicos de Mini, lo que puede hacer su bonito Audi A1 quattro.

Y no se ha andado con medias tintas: ha cogido un motor de 2,0 litros turbo con 256 CV y lo ha instalado en una carrocería de poco más de 3,9 metros. ¿El resultado? Una bomba de relojería con muchísimos genes de competición.

He podido hacer la prueba durante una jornada en un lago helado en Suecia y, con el corazón en la mano, todavía tengo una taquicardia.

Pero esta metamorfosis no se ha quedado solo aquí. Los ingenieros de Audi querían un coche con un espíritu 100% Ingoldstad, lo que significa que tendría que llevar la tracción total ‘quattro’. Así es que la potencia se transmite a los dos ejes gracias a un embrague multidisco que en conducción normal envía la mayor parte de la potencia del motor a las ruedas delanteras. Eso sí, si se pierde tracción empieza a enviar la fuerza al eje trasero (lo realiza en milisegundos) para que el coche siga avanzado. Además, el nuevo Audi A1 quattro también lleva el diferencial autoblocante eléctrico XDS que distribuye el par dentro del mismo eje. Por cierto, el trasero lo ha donado el Audi TTS: se trata de una elaborada suspensión de cuatro brazos que aporta un plus de precisión con la que sueña el eje de torsión del resto de los Audi A1.

Con estas modificaciones (en total dicen que 600 elementos son nuevos o han sido cambiados) este Audi ‘cool’ y urbanita se ha convertido un todo un deportivo con muchísimo carácter. Es más, en el segmento de los utilitarios no existe ningún coche con tanta potencia (256 CV) y con un sistema de tracción total.

No lo he podido conducir en asfalto (imagino que será una lapa) pero en hielo es una auténtica gozada: es ágil, muy vivo de reacciones y bastante sencillo de conducir. Además, la nueva dirección con un una desmultiplicación más directa te permite llevar el coche de aquí para allá sin mayor esfuerzo. Eso sí, al principio es un poco suavizador y hasta que no empieza a empujar el eje posterior no comienza la auténtica diversión.

Un capricho, mejor dicho, el ‘caprichazo’ de la década. Solo de van a fabricar 333 Audi A1 quattro a un precio de 53.600 euros. No es barato, ni mucho menos, pero todavía no se ha puesto a la venta y ya se ha convertido en un coche mítico. ¡Quiero probarlo de nuevo!