Si la FIA pretendía hacer un campeonato de monoplazas en el que todos los coches fueran iguales con la F1, parece que lo ha conseguido. Nos lamentamos mucho en su momento, prediciendo la desaparición de detalles innovadores y diferenciales de cada escudería, y ahora, presentación tras presentación, nuestros miedos están convirtiéndose en realidades.
Prueba de ello la tienes con la primera imagen del W02, el tercer coche de la temporada 2011 que conoceos, donde vemos otra máquina con el morro recto, que ha perdido su característica toma de aire sobre el capó con protección ante vuelcos creada por una sola «espada». Ahora el Mercedes se ve muy similar al Lotus o al Ferrari que ya hemos conocido, pero con otros colores, y con la punta del morro más ancha y plana.