El auto de 007
Un Aston Martin DB5 de 1965 ya es caro de por sí en una subasta, pero el que RM Auctions sacó a la palestra recientemente tenía algo de especial, y es que era, nada más y nada menos que el utilizado por James Bond en sus películas Goldfinger y Thunderball, con sus ametralladoras y resto de artilugios peliculeros.
Por él, su nuevo propietario pagó 2,9 millones de libras, o unos 3,3 millones de euros al cambio actual. Llámame tonto, o lo que quieras, pero yo prefiero un DB5 «normal», a este «accesorizado»…