SEAT lanzó un reto a las personas que caminaban por Barcelona en España: conducir un vehículo con todos los cristales cubiertos cubiertas.
“¿Tapado del todo? No, no lo creo”, comenta Stefan, un alemán enamorado de Barcelona. “¿Quiere probarlo?”, le replicamos. “¡Por supuesto!”, responde sin dudar. Así que le llevamos junto a su esposa al circuito urbano cerrado donde aguarda un SEAT Ateca junto con un instructor que le acompañará en todo momento. Sólo podrá circular guiándose a través de la pantalla, que ofrece una visión total gracias a las cuatro cámaras instaladas en el vehículo y que abarcan toda la zona que lo rodea. La imagen se muestra en el monitor en forma de vista aérea o cenital. Una función especialmente útil a la hora de aparcar.
Stefan conduce acompañado de un instructor en el asiento del copiloto: “Lo único que debe hacer es circular dentro del carril”, le dice. Y comienza el reto. “¡Es genial!”, exclama Stefan. “¡No veo nada, pero funciona!”. “Es como un videojuego”, comenta el instructor. “¿Qué tal?”, pregunta su mujer, sentada en el asiento de atrás. “¡Fácil!”, dice Stefan con una sonrisa. Así es como discurre todo el reto: entre risas y emoción. Hacia delante, hacia atrás, giro a la derecha, giro a la izquierda. Una conducción perfecta gracias a la pantalla que deja estupefacto a nuestro protagonista. “¡Ha sido una experiencia fantástica!”, asevera al salir. Y concluye: “Una función muy útil”.