Tras un arranque de temporada desastroso con cero puntos en su casillero tras las dos primeras citas, Latvala controló por la primera prueba tierra de la temporada para asegurarse la decimosexta victoria de su carrera en las calurosas y polvorientas carreteras de las montañas próximas a León.
El finlandés superó por 1 minuto y 05.0 segundos a Ogier, que completó su rallye número 100 del WRC, después de casi 400 kilómetros de conducción, desbaratando así el impecable inicio de temporada que había firmado hasta ahora el campeón del mundo, después de haber sumado el máximo de puntos en Monte-Carlo y Suecia.
Ambos compitieron al volante de sendos Volkswagen Polo R. El fabricante alemán consiguió su duodécima victoria consecutiva, igualando el récord que lograron ya entre 2013 y 2014.
Latvala asentó las bases de su victoria cuajando una actuación impecable en los tramos de tierra del viernes y del sábado. El finlandés gozó de una retrasada posición de salida, y se benefició de ella, ya que los coches que partían por delante iban limpiando la gravilla y marcando la trazada más rápida. El finlandés ganó las 10 especiales de tierra suelta que se disputaron en el transcurso de ambas etapas, y administró su ventaja en la última jornada del domingo, que incluía el tramo de Guanajuato, de 80 kilómetros, el más largo del WRC desde 1986.
«Se trata de una remontada y es una sensación fantástica. Tuve un inicio de temporada difícil con cero puntos en dos rallyes. Mi cabeza no estaba bien y este no había sido un rallye propicio para mí anteriormente, pero he pilotado sin problemas», dijo Latvala.
Ogier ya vio el sábado que le sería imposible ganar
Haciendo frente a las peores condiciones posibles por abriendo pista durante dos días completos, Ogier se resignó a su suerte el sábado por la tarde. El francés reconoció que no tenía oportunidad de alcanzar a su compañero de equipo, y se conformó con sumar una importante cantidad de puntos de cara a su lucha por el cuarto título, adjudicándose, además, la máxima bonificación posible al ganar la Power Stage final que se emitió en directo por televisión.
Dani Sordo completó el podio, el tercero consecutivo de Hyundai con el nuevo i20. El español terminó a 3 minutos y 37.9 segundos de Latvala, a pesar de sufrir el sábado la rotura de un ventilador, que hizo que se sobrecalentara el motor de su coche, y un problema de frenos en el tramo largo del domingo.
Mads Ostberg finalizó cuarto con un Ford Fiesta RS, escalando así al segundo puesto en la clasificación de pilotos, por detrás de Ogier. El noruego fue penalizado por adelantarse en una salida, y tuvo problemas con el cambio durante los primeros compases de la prueba, pero aún así aventajó por 46.2 segundos al neozelandés Hayden Paddon.
Ott Tanak cerró las seis primeras posiciones con otro Fiesta RS. Martin Prokop, Lorenzo Bertelli, el ganador de WRC 2, Teemu Suninen, y Valeriy Gorban completaron la clasificación.
Andreas Mikkelsen no se reenganchó después de haberse salido de la carretera el sábado, sentándose en el banquillo junto a Thierry Neuville, quien sufrió también un fuerte accidente en la segunda etapa.
La quinta cita del campeonato conducirá a los pilotos a América del Sur para la disputa del Rallye de Argentina (21 – 24 de abril), una prueba de tierra con epicentro en Villa Carlos Paz.