Un jeque árabe y un diplomático mexicano ofrecieron pagar hasta un millón de dólares por el viejo automóvil particular Volkswagen Fusca del presidente uruguayo José Mujica, quien usaría el dinero para financiar proyectos sociales en su país.
El «Escarabajo» celeste de 1987 que conduce el mandatario cobró tanta fama como su austero propietario, quien al asumir la presidencia en el 2010 prefirió continuar viviendo en su humilde chacra en un modesto barrio de Montevideo, antes que en la residencia reservada para los mandatarios y sus familias.
Por el coche, valuado en 70.000 pesos uruguayos (unos 2.900 dólares), un jeque árabe le ofreció a Mujica un millón de dólares durante la cumbre de países G77-China, celebrada en Bolivia en junio. El mandatario prometió pensarlo.
«Me sorprendió un poco todo esto y al principio dudé y no le di tanta importancia. Pero después me llegó otra propuesta y me lo tomé un poco más en serio», dijo el presidente al semanario uruguayo Búsqueda.
Meses más tarde, el embajador de México en Uruguay, Felipe Enríquez Hernández, le dijo durante un almuerzo al presidente, un ex guerrillero de 79 años, que en su país podría subastarse por un precio base equivalente a diez camionetas doble tracción.
«En todo caso y si se concreta, todo el dinero será para el Plan Juntos o lo que sea para favorecer al Uruguay», agregó el mandatario, que dona el 70 por ciento de su salario para planes sociales.
Mujica, que aún no tomó una decisión, también estaría pensando la opción de destinar el monto a una nueva Universidad Tecnológica a ser desarrollada en el interior del país sudamericano.