Tesla y el New York Times enfrentados por una prueba del Model S

TESLA

Si hay una marca rodeada de polémica y que el resto de la industria mira con incredulidad, vigila de cerca o finge indiferencia hacia ella, esa es Tesla Motors. Y es que fabricar únicamente coches 100% eléctricos en un país donde han dominado los V8 «de toda la vida», llenos de par motor, pero descaradamente ineficientes en términos de consumo, sólo puede llevarte a estar bajo lso focos en permanencia.

Recientemente, la prueba de un Tesla Model S (y de la red de carga rápida de Tesla, Supercharger, en la coste Este de Estados Unidos) publicada en el New York Times ha provocado una batalla verbal entre Elon Musk, CEO de la marca, y John Broder, autor de la prueba. En ella, John Broder se quejaba que se quedó sin baterías. A lo que Elon Musk respondió que era todo falso. Y ahí se lió todo. Sin embargo, hoy Tesla, a través de su blog, publica los datos de la prueba registrados en el ordenador central del coche…

Elon Musk recuerda, de entrada, que la grabación de esos se activan sólo con la autorización expresa del cliente. Como Broder probó una unidad de prensa, por tanto propiedad de la marca, los datos (de consumo, tiempo de carga, velocidad, etc) siempre se graban. Según lso datos facilitados por Tesla, Broder no habría recargado lo suficiente las baterías, a diferencia de lo que escribe en su artículo, y que circuló a un velocidad muy superior (entre 61 y 85 mph) a las 54 mph que dice no haber rebasado en su artículo. Según Tesla, una de las cargas se efectuó en 47 minutos y no 58 como escribe. En un caso sólo habría recargado las baterías un 28%.

Según una representante de Tesla, la marca no hará más comentarios acerca de este tema. Ahora falta saber cómo va a reaccionar el New York Times frente a un ataque frontal hacia su credibilidad. No somos quién para decir cual de las dos partes tiene razón, pero está claro que esto no termina aquí.